viernes, 26 de septiembre de 2008

Iglesia Evangélica Dominicana

A la Gloria de Dios y al Servicio de los Hombres...

Compañera en misión de las iglesias:

Calle Rosa Duarte 41-A (entre Ave. México y Ave. Francia)

Apartado 727, Santo Domingo, República Dominicana.

Tel. (809)-682-4945, Cel.(809)-696-3480,

Fax:(809)-689-4088

E-mail: ied@codetel.net.do

ORIGENES Y DESARROLLO DE LA IGLESIA

EVANGELICA DOMINICANA

Por: Rdo. Hernán Gonzalez Roca

La Iglesia Dominicana es un proyecto ecuménico, fruto de la colaboración de tres denominaciones protestantes de los Estados Unidos, que decidieron unir esfuerzo y recursos, a fin de establecer una Iglesia autónoma e independiente, que sin ataduras a las denominaciones madres, proclamara el mensaje de las Buenas Nuevas del Reino de Jesucristo en este país.

La Iglesia Evangélica Dominicana es un esfuerzo misionero, en el que intervienen diferentes denominaciones en cuanto a la interpretación del Evangelio, pero con el común denominador de la presentación de la obra redentora de Jesucristo, para la salud de las naciones.

Esta modalidad de un trabajo en que se unen denominaciones, hacia la institución de una nueva denominación autóctona, fue favorablemente comentada en las Conferencias Misioneras Internacionales, de Jerusalén, en 1928 y de Madrás, en 1933, donde fuera ampliamente ponderado este proyecto misionero.

Hacia 1911 la unión Evangélica de Puerto Rico, envió a los Dres. Philo W. Drury y Nathan H. Huffman, a visitar la República Dominicana, con el fin de estudiar las condiciones existentes y las posibilidades para el establecimiento de la obra misionera de las denominaciones protestantes.

Estos emisarios regresaron a Puerto Rico con gran entusiasmo y optimismo, presentando un detallado y pormenorizado informe, el que titularon "La Ocupación de Santo Domingo por las Iglesias Evangélicas”.

Como resultado de esa visita y del informe rendido, la Sociedad bib1ica Americana envió tres col portores, los Rdos. David Coles, Lorenzo Martínez y Tomas Ojeda, quienes además de la distribución de las Sagradas Escrituras, explorarían las posibilidades para el inicio del trabajo evangelístico.

En 1916 la Unión Evangélica de Puerto Rico, decidió interesar a las denominaciones en Estados Unidos, acerca de la evangelización en República Dominicana, por parte de esas confesiones, lo cual se realizaría con el concurso dc las Iglesias representadas en Puerto Rico.

El paso inicial fue realizar varias visitas al campo de trabajo, donde se analizarían las condiciones del país para recibir el impacto evangelístico, la puesta en ejecución de estos planes y la distribución de las Sagradas Escrituras, lo que habría de ser comunicado al Dr. Samuel Gay Inman, a través de los representantes misioneros.

El Dr. Inman invitó a New York, al Dr. William Orr, para sostener un cambio de ideas. De sus conversaciones surgió un organismo con representación de las denominaciones Metodista Episcopal, Presbiteriana y Hermanos Unidos. Las otras denominaciones que formaban la Unión Evangélica de Puerto Rico, no asistieron a la convocatoria. Las denominaciones representadas, acordaron auspiciar una obra que no fuera extensión de sus propias Iglesias, sino que el resultado fuera nacional, autóctono e independiente.

La primera conferencia de los representantes de las denominaciones involucradas en el trabajo decidió que los Dres. Samuel Gay lnman y Philo W. Drury realizarían una visita a la República Dominicana y que a su regreso reportaran sus impresiones.

Las conclusiones de estos emisarios fueron optimistas, entusiasmando a los hermanos de la Unión Evangélica de Puerto Rico, Hacia el establecimiento urgente de Iglesias en la capital dominicana, y de ser posible, en el resto del país.

En 1918 se reunieron en el local de la Asociación Cristiana de Jóvenes en San Juan, Puerto Rico, los representantes denominacionales, con el propósito de elaborar un plan unido de trabajo en la República Dominicana, donde se discutió ampliamente la necesidad de una Junta Misionera para la dirección del proyecto, encargándose a los Dres. James A. Mcallister y Philo W. Drury, para la elaboración de los estatutos, que fueron aprobados en Enero de 1919, destacándose las siguientes metas.

1 - Actividad de extensión evangélica en las Iglesias.

2- Establecimiento de un servicio médico, un hospital y una escuela de enfermeras.

3- Organización de escuelas primarias y secundarias.

4- Desarrollo de proyectos de acción social, incluyendo el desarrollo de la comunidad.

“Comité para el Adelantamiento del Trabajo Misionero en República Dominicana”, fue el nombre que se adoptó, con el auspicio de las denominaciones mencionadas, esbozándose el 13 de Junio de 1919 en la ciudad de Ponce, el plan de Acción, para la urgente ocupación de la República Dominicana, aprobando los estatutos que habrían de regir la naciente entidad.

En 1921 fue formalizada la Junta para Servicio Cristiano en Santo Domingo, institución formada por Metodistas, Presbiterianos y Hermanos Unidos, quienes decidieron ofrecer su servicio para el establecimiento de la Iglesia Evangélica Dominicana.

El trabajo de esta institución, desde el principio careció de interés denominacional, ya que no tuvieron

deseos de conseguir ganancias de ninguna clase, sino el servir al pueblodominicano, en las áreas que fueren necesarias estableciendo una Iglesia nativa, que no formara parte de ninguna de sus patrocinadoras. Y así ha sido todo el tiempo.

Los auspiciadores quisieron organizar una Iglesia nacional e independiente, sin ataduras ni compromisos con las denominaciones fundadoras.

Quisieron que al confrontamiento de la herencia protestante y la teología reformada, la Iglesia que soñaban, elaboraría sus propios pensamientos e ideas,, conforme a la interpretación de las Sagradas Escrituras y las líneas teológicas a que teníamos derecho por ser herederos.

Quisieron que la Iglesia Evangélica Dominicana estableciera su propio gobierno, con leyes y reglamentos surgidos a la luz de las realidades y necesidades nacionales.

A fin de alcanzar el logro efectivo de una compenetración con el país, en todos los ordenes, las denominaciones auspiciadoras se propusieron ofrecer sus servicios a través de la Iglesia Evangélica Dominicana a través de cuatro áreas diferentes, pero encaminadas las cuatro a beneficiar la familia dominicana, a saber:

Primero en el área religiosa. Puesto que la razón de ser del trabajo, seria la proclamación del mensaje del Reino de Jesucristo, en nuestro medio, a fin de que el hombre y la mujer dominicana, alcanzaran la liberación de la totalidad del ser, en lo material y en lo espiritual. Nuestros organizadores recorrieron palmo a palmo todo cl territorio nacional, estableciendo congregaciones en ciudades, lomas y sabanas, levantando humildes Capillas o suntuosos templos, donde se alabara y glorificara el nombre del Señor. La respuesta del pueblo dominicano fue positiva, aceptando el evangelio de amor y la salvación en Jesucristo.

Segundo, en el área educativa. Reconociendo que un necesita culturizarse y educarse en el ambiente secular a fin de abrirse paso en la vida de oportunidades, fueron organizadas numerosas escuelas parroquiales, para ofrecer el plan de la enseñanza a los hambrientos del saber.

Tercero en el área social. Se propusieron nuestros fundadores ofrecer ayuda al pueblo dominicano, traducida en ropa, alimentos, viviendas: La línea del servicio había de dirigirse hacia la introducción de practicas deportivas; antes desconocidas en el país y la distribución de literatura secular.

Cuarto, el área médica. Sabiendo la necesidad de la salud como factor primario para el disfrute de la vida, se planificó el establecimiento de un Centro Médico, el más avanzado de el país en su época, así como clínicas diseminadas por toda la república para atender a los necesitados, sin ninguna diferencia.

El Servicio a la comunidad dominicana, ha estado en los proyectos y planes de la Iglesia Evangélica Dominicana, en los años de su existencia, planificándose cada vez a fin de servir mejor y alcanzar otras áreas que se ramifican desde las cuatro áreas mencionadas.

El 1ro. de Enero de 1922 fue organizada la Iglesia Evangélica Dominicana en un culto especial celebrado en la oriental ciudad de San Pedro de Macorís. Una semana después se organiza la congregación en Santo Domingo. En marzo del mismo se organiza en La Romana. Un año después se inaugura en San Cristóbal y en 1925 se organiza la de Barahona.

Casa de la Misión IED, 1920 en ese lugar fue edificado el Templo de la 1era. IED Sto. Dgo.

Los predicadores en la misión dominicana fueron pastores pertenecientes a las denominaciones auspiciadoras, de nacionalidad puertorriqueña. Sobresalientes figuras del pastorado de la Antilla hermana, fueron nuestros pioneros, entre los cuales recordamos con cariño a Rafael R. Rodríguez, J. Espada Marrero, Alberto Martínez, Enrique Rivera Vives, Domingo Marrero, Manuel G. Matos, Alvaro Morales Zambrana, Apolinario Cruz Sánchez, José Seguí, Alfredo Rivera y Miguel Limardo, quien conoció el Evangelio en nuestro país, siendo enviado a Puerto Rico a prepararse en el ministerio por la Iglesia Evangélica Dominicana.

El despertar del ministerio nativo no se hizo esperar, surgiendo líderes de la talla de Ramón Pratt, fallecido a destiempo, Andrés Séptimo Pérez, nuestro primer ministro ordenado, Clodomiro Henríquez, Prudencio V. Serrano, Homero Vallejo, Jerónimo Núñez, Ovidio Vicioso Santil, Oliver de los Santos, Julio fi1omeno Flores, Ramón A. Blondet, F. Octavio Nadal, Máximo A. Grano de Oro, Pedro Julio Pereyra, Rafael Guerrero Puel1o y Abelardo Pérez Calderón, entre otros.

La misión evangelística de nuestra Iglesia, se propagó por todo el país, de manera explosiva. Son muchas las ricas experiencias que vivieron nuestros pastores, tanto nacionales como extranjeros, llevando el Evangelio por todos los rincones.

La Iglesia Evangélica Dominicana prosigue su labor con paso firme consciente de sus deberes y responsabilidades frente a Dios, a ella misma y a la comunidad que el Señor ha puesto en nuestras manos.

Luego de casi ocho décadas de fructífero ministerio en el país, contamos con 10 mil miembros, 55 congregaciones, 100 puntos de predicación, 75 Templos y Capillas, 20 centros educativos 1 seminario, 6 centros de salud, 40 pastores (7 mujeres) y un Campamento Nacional.

Todo nuestro ministerio ha estado dedicado “A la Gloria de Dios... y al servicio de los hombres", esperando seguir ampliando nuestras fronteras, abriendo nuevas áreas del servicio y descubriendo nuevos horizontes.


Iglesia Evangélica Dominicana

¿Que Hacemos?

Al correr la segunda década del presente siglo, denominaciones protestantes de los Estados unidos, fijaron su mirada en la República Dominicana, deseando su emancipación política y espiritual: Presbiteriano, Metodistas y Hermanos unidos decidieron aunar esfuerzos para venir al país a predicar el Evangelio, organizando una nueva iglesia, autónoma e independiente, sin ataduras a concilios extranjeros, que elaborara sus pensamientos, a la luz del propio confrontamiento, la herencia de las tradiciones reformadas protestantes y las Sagradas Escrituras.

Es casi como el 1ro. de enero de 1992, surge la Iglesia Evangélica Dominicana, para anunciar las Buenas Nuevas del Evangelio de Jesucristo y establecer su Reino en nuestro país. Años más tarde, en 1932 se reunieron los Metodistas Wesleyanos, que desde un siglo antes se habían radicado en nuestro territorio y los Moravianos, en 1960, que estaban laborando desde los albores del siglo.

Mateo 4:23, nos presenta al divino maestro, cumpliendo su ministerio, enseñando , predicando y sanando. La Iglesia Evangélica Dominicana, emulando los ejemplos del Salvador del Mundo, se propuso servir al país dominicano en cuatro importantes área:

En el área religiosa: Nuestra misión principal es la proclama del limpio y puro mensaje de Jesús, en campos y ciudades, arrebatando de las garras del maligno, aquellos que quieren librarse del mal y salvarse en el redentor.

En el área Médica: Reconocemos que la salud del cuerpo es de importancia vital para la salvación de la totalidad del ser de mujeres y hombres, por lo que hemos incursionado en varios proyectos de prevención y sanación de enfermedades.

En el área Social: Decidimos acercarnos a nuestros compatriotas para aliviar necesidades, enjugar lágrimas y ofrecer ayuda material cuando las condiciones lo han exigido.

El el área Educativa: Reconociendo que todo pueblo necesita culturizarse para asimilar la educación secular y abrirse paso en los caminos de la vida productiva.

La existencia de la Iglesia Evangélica Dominicana ha estado enmarcada en el lema "A la Gloria de Dios y al Servicio de los Hombres..." estando al lado del pueblo, del que nos sentimos parte, por tres cuartos de siglo, satisfaciendo nuestra misión, sabiendo que estamos cumpliendo la voluntad de Dios y los postulados que nos ha señalado.

Proyecto Social

Donde quiera que hayan necesidades, tanto en el orden material como el espiritual, la Iglesia Evangélica Dominicana ha estado presente , siendo compañera del pueblo dominicano, en el servicio y en la predicación de la palabra de Dios. Desde nuestro amanecer hasta la hora presente, lo estamos realizando, con el propósito firme de continuar en el futuro, presentando a nuestros compatriotas a Jesucristo como Señor y Salvador.

Hospital internacional 1932-1956. Local donde labora el Colegio Evangélico Central desde 1958.

Fuimos los primeros en establecer un centro de salud privado al fundar el Hospital evangélico, que dio paso al Hospital Internacional, el cual introdujo en el país la más avanzadas técnicas de las ciencias médicas. Con el hospital se estableció la primera escuela de enfermería del país, a la que acudían no solo estudiantes nacionales, sino, de diferentes países, habiéndose graduado más de 200 enfermeras.

Graduación de la Escuela de Enfermeras del Hospital Internacional, 1954. A la derecha el Dr. Arturo Damirón Ricart, a la izquierda la Superintendente Mildred Lamberts.

Actualmente contamos con media docena de Dispensarios Médicos en todo el país, desde donde ofrecemos nuestro aporte para la prevención de la salud y combatir enfermedades.

Nuestra Iglesia es acreedora de la introducción de practicas deportivas antes desconocidas en el país. La cancha de la Primera iglesia de la capital, fue escenario de los primeros desafíos de Basket Ball, Volley Ball, Soft Ball y Ping-Pong. Allí se formó la primera tropa de Boys-Scouts en la República.

Desafío de Volley Ball, en el patio de la Casa de la Misión IED, 1924.

Antes que otros, aún que el mismo gobierno, la Iglesia Evangélica Dominicana fue la primera institución que tuvo preocupación por la alfabetización de adultos, organizando desde 1929 numerosas células alfabetizadoras en todo el territorio de la República y culminando con nuestro enrolamiento al Movimiento Internacional de Alfabetización y Literatura (ALFALIT) separando dos de sus pastores para atender esta meritoria labor.

El primer programa religioso por radio, debe acreditarse a nosotros, iniciando en San Pedro de Macorís y continuando por años en Santo Domingo.

La Iglesia Evangélica Dominicana fue la madre del embrión que más tarde se habría de ser la Sociedad Bíblica Dominicana.

Por medio siglo funcionó la librería Dominicana, como institución cultural, no sólo para ser la primera en su genero en el país, sino como luminoso faro de la intelectualidad nacional, proyectándose en diferentes dimensiones del saber humano.

Estudiantes del Colegio Juan Pablo Duarte, Fundación, Barahona, 1933.

Nuestra iglesia se ha preocupado de la educación del niño dominicano y si no hemos sido los pioneros en establecer la escuela parroquial, hemos sido propulsores en este renglón del servicio a la familia dominicana, contando en la actualidad con una veintena de centros educativos desde el maternal hasta el bachillerato. Tenemos una población estudiantil sobre los diez mil alumnos. Recientemente hemos iniciado la implementación de la informática en los Centros Educativos.

Por más de seis décadas hemos mantenido el periódico Nuestro Amigo , su labor formativa e informativa ha sido realizada discretamente y sin interrupción.

Nos cabe la satisfacción de ser la primera institución que fomentó la celebración de encuentros recreativos, religiosos y culturales de verano, a los llamados Institutos de Educación Cristiana, para ayudar a la información y capacitación de nuestra juventud.

En 1930 la capital de la República fue castigada por el ciclón de San Zenón, el cual causó considerables pérdidas humanas y materiales. Nuestra iglesia canalizó las ayudas nacionales y extranjeras, destinadas al socorro de los damnificados y a la reparación de los daños que causó el meteoro.

Fuimos iniciadores en el país de la planificación familiar. La Asociación Pro Bienestar de la Familia reconoció nuestra iglesia como Socio de Honor.

Fuimos fundadores con los episcopales del Servicio Social de Iglesias Dominicanas. Además el Centro de Rehabilitación tuvo su origen en nuestra preocupación por los impedidos físicos.

La Iglesia Evangélica Dominicana renueva su vocación de amor y de servicio en favor de la familia dominicana, con la que seguiremos de manos, unidos cada vez más fuertes, en la esperanza de un venturoso porvenir para el país.

Nuestro Emblema

Dr. Maurice C. Daily

Ideólogo de Nuestro Emblema

Emblema de la IED

El emblema de la Iglesia Evangélica Dominicana, con el que somos conocidos, fue ideado por el Dr. Maurice C. Daily, último Superintendente de la Junta para Servicio Cristiano, ocupando el periodo de la transición, cuando pasamos a la autonomía.

El emblema o símbolo, consiste en un circulo que identifica la Iglesia Evangélica Dominicana. Dentro hay un círculo menor, donde aparece el mapa de la República Dominicana, con el libro de las Sagradas Escrituras abierto en el centro, encima del que se encuentra la cruz, símbolo del cristianismo.

Aparece un triángulo, cuyos vértices terminan en las letras D, J. I.

La D, es la inicial de Dios; la J es la de la Junta y la I es la de la Iglesia, con lo que se afirma la unidad de propósitos, para la propagación del Evangelio de Jesucristo y el extendimiento de su Reino.

Abajo y al centro del segundo círculo aparece 1922, que fue el año en que se inició el trabajo de nuestra Iglesia.

El Dr Maurice C. Daily, en su fecundo ministerio en el país, alcanzó muchos logros, para beneficio de la obra que tenía entre sus manos, por las que tendrá que ser recordado. Uno de ellos, fue el de ser el ideólogo de la expresión de nuestro distintivo.

Nuestro Amigo

Organo Oficial de la Iglesia Evangelica Dominicana

Compañera en Misión de las Iglesias Metodista Unida , Presbiteriana (USA), y Moraviana

Por Rvdo. Miguel Limardo

Fundador y Primer Director.

Vamos ahora a nuestra primera gran aventura que fue la publicación de un periódico. Concebimos la idea y postigo le puso todo su entusiasmo y conocimientos en el arte de la tipografía. Nos reunimos unos cuantos una noche para planearlo. Les expresé lo que yo tenía en mente debía ser dicha publicación. Un periódico sin muchas pretensiones, nada de rimbombancias en el titulo. Con un mensaje que llevara una palabra iluminadora para los que no conocían el evangelio y de edificación para los creyentes.

Ensayábamos muchos títulos pero ninguna parecía convencernos. Recuerdo que alguien abrió su himnario en el himno “OH, que amigo es Cristo”, y todos convinimos que siguiendo esa dirección podíamos encontrar lo que buscábamos..Inesperadamente se presento por allí el Rvdo. Enrique Rivera Vives, de paso esa noche hacia La Romana . Le invitamos a que participara en nuestra pesquisa. Reflexiono un instante y nos dijo: “no creen ustedes que “Nuestro Amigo” sería un título bonito para un periódico como ese que ustedes quieren”?. Hasta allí llegamos. Se quedó “ Nuestro Amigo” . Fijamos enseguida su propósito: destinado a la salud de las almas.

La vida de este pequeño periódico en sus primeros años fue muy azarosa . Lo escribíamos, lo distribuíamos entre la iglesias y muchas veces teníamos que completar el pago de su impresión. Un gran sacrificio en aquellos tiempos cuando nuestros ingresos eran tan pobres. Pero lo hacíamos con gusto, con amor. De inmediato conquistó la simpatía de sus lectores ,todos querían recibirlo, era el portaestandarte de un mensaje de aliento cristiano.

El talento joven de las iglesias se hizo de un vehículo de expresión. La prensa evangélica hispano parlante le brindó cordial bienvenida, nos honraban con sus canjes. Reproducían nuestras paginas y siempre se le daba crédito en forma elogiosa. Del extranjero nos pedían suscripciones. Empezó con solo 8 paginas, pero creció hasta las 32. En números especiales más páginas aun.

Nos alentaban con sus misivas escritores como el señor Vicente Mendoza, de México; el señor Pablo Penzotti de Argentina; el señor Abelardo M. Díaz Morales de Puerto Rico. A los 2 años de su aparición, ya la IED lo había convertido en su órgano oficial . Para esa época ya se nos había concedido la franquicia postal .

Tengo delante la colección encuadernada de aquellos primeros años, he aquí nuestro primer editorial; lo titulábamos “Con los brazos abiertos “, y decíamos: “Con los brazos abiertos, porque así estamos y así estaremos para recibir en ellos los que quieran ir con nosotros hasta aquel que dijo a los hombres: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar”, y al invitarnos a ir hasta sus pies es porque tenemos la convicción de que él es la luz del mundo y el que le sigue no andará en tinieblas, mas tendría la lumbre de la vida”.

La vida en estos primeros años, lo repito, fue muy escabrosa, pero muy esperanzada. Con razón decíamos al cabo de 7 meses, en una mirada retrospectiva:”Abrigábamos dudas y temores: Dudas, pensando si la labor que nos proponíamos participaba de la aprobación divina; Temores, pensando en nuestra incapacidad y falta de experiencia en esta clase de trabajo. Estas dudas y temores se han desvanecido. Hoy, como a principios, reconocemos nuestra incapacidad, pero hoy, como nunca, estamos llenos de fe y confianza porque tenemos la seguridad de que Dios ha impartido su aprobación a “Nuestro Amigo” y eso nos basta”. Así continuó circulando por todas las iglesias, llevando noticias religiosas tanto del campo propio como del extranjero, evangelizando, buscando un acercamiento con otras iglesias que ya estaban establecidas en el país. Cumpliendo el primer año decíamos:”Henos aquí, por la gracia de Dios, en el mismo puesto donde el deber nos colocó, después de haber recorrido los 12 peldaños que hemos escalado, no por esfuerzo propio ni por ayuda humana, sino tomados de la benéfica mano de nuestro Dios. Por eso al cumplir el primer año de vida nuestro primer pensamiento se dirige a Dios y un sentimiento de gratitud brota de nuestros corazones”. Nuestro entusiasmo seguía increscendo. Nuestra fe sencilla, ingenua, pero inamovible. A los 2 años podríamos hablar así:”Pues bien, aquí estamos todavía por la gracia de Dios. Pequeño aun nuestro periódico, pero sano y robusto como muchacho bien amamantado.

Aquí estamos, centinelas en el puesto del deber, ojo avizor hacia el vasto horizonte y con la firme voluntad de seguir adelante por la senda escabrosa que asoma ante nuestra vista. Si bien el nuestro no es caso único, no hemos dejado de aprender algo que necesitábamos en nuestra experiencia espiritual y que no solo nos ayudará en esa labor sino en cualesquiera otras que con la misma finalidad nos propongamos en la mañana”.

Resumamos la que por muchas razones consideramos la aventura mas interesante de nuestra vida. “Nuestro Amigo” fue un documento vivo para por lo menos una década de historia de aquellos años. Añoro ese pasado. Una pena infinita invade todo mi ser. No podemos dar marcha atrás para volver a vivir los años recorridos, pero tal parece que, como los discípulos de Emmaús sentíamos que el ardía en nuestros corazones mientras nos hablaba a lo largo del sendero. El lo significa todo. Todavía lo significa todo, pero nuestra fe no es la misma, aunque a veces nos parece que ha perdido algo de aquella su pureza prístina.

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Iglesia catolica de samana Iglesia

Sabana Iglesia, Santiago, Republica Dominicana.

la iglesia dominicana

Iglesia Católica Dominicana

La Iglesia Católica Dominicana está compuesta por:

2 Arquidiócesis:

  • Santo Domingo
  • Santiago

y 9 Dióceisis:

  • Higuey
  • San Pedro de Macorís
  • Baní
  • San Juan de la Maguana
  • Barahona
  • La Vega
  • San Francisco de Macorís
  • Mao
  • Puerto Plata

La Arquidiócesis de Santo Domingo está estructurada a su vez en zonas:

  • Zona Colonial
  • Zona Norte Ozama
  • Zona Norte Expreso V Centenario
  • Zona Oriental Norte
  • Zona Oriental Sur
  • Zona Central Norte
  • Zona Central Central
  • Zona Central Sur
  • Zona Villa Mella – Sabana Perdida
  • Zona Los Alcarrizos – Pedro Brand
  • Zona Monte Plata

La Zona Central Central de la Arquidiócesis de Santo Domingo está integrada por las parroquias:

  • Santísima Trinidad
  • Divino Niño Jesús
  • El Buen Pastor
  • Inmaculado Corazón de María
  • Jesús Sumo y Eterno Sacerdote
  • Jesús Maestro
  • Ntra. Señora de la Visitación
  • Ntra. Sra. del Sagrado Corazón
  • San Judas Tadeo
  • San Juan Bautista de La Salle
  • San Antonio María Claret
  • Santa Rosa de Lima
  • Santa María de la Anunciación


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viernes, 19 de septiembre de 2008

La Iglesia Dominicana



La iglesia dominicana siempre se ha identificado con la derecha. Sus intervenciones en la politica datan desde la epoca de las pugnas de Baez-Santana en la Primera Republica. Ademas podemos hablar del famoso Concordato firmado en finales de la Era de Trujillo en el cual se le conceden muchos privilegios a la Iglesia Catolica . Cabe destacar en terminos mas cercanos la cupula eclesiatica se aproximo de una manera clara al Partido Reformista dado que su lider Joaquin Balaguer era un devoto cristiano y ayudaba a la iglesia en todo lo que le pedian.